jueves, 12 de enero de 2012

En el mar de China.



Esta historia la escribe un niño y nos cuenta lo que sucedió a él y a su hermano Carlos cuando su madre se fue a Málaga a ver a su padre que estaba en la cárcel y se quedaron unos días con su tía.
Clara, que es una amiga de los dos, un día les enseño una carta de su amigo Mohamed en la que le pedía ayuda porque estaba prisionero trabajando en un circo. Mientras piensan como ayudar a su amigo Mohamed ellos siguen yendo por las tardes a ver a Salvador, que vivía en una casucha en la playa.
Salvador les cuenta como él estuvo prisionero en una cárcel de Singapur igual que su padre. Salvador era marino de un barco llamado Ranghum que hacía la ruta por el mar de China. Cuando el barco atracó en Malasia, Salvador se encontró con Sandokan (el tigre de Mompracem ) que luchaba contra los Ingleses que gobernaban Singapur. Salvador le ayudo en su lucha, pero al final les atraparon y les llevaron a la cárcel.
Salvador les cuenta a los niños como consiguieron escapar de la cárcel.
Los dos hermanos en sus ratos libres les gustaba pensar en las historias que contaba Salvador y escribían en un cuaderno todas las aventuras.
Un día fueron a visitar a Clara a su casa y decidieron irse los tres al circo a ayudar a escapar a su amigo Mohamed . Clara le dio al dueño del circo el dinero que le debía el padre de Mohamed y el dueño del circo le dejo en libertad. Pero Mohamed también estaba preso porque en el circo trabajaban Frankestein y el hombre araña que obligaban a Mohamed a contarles cuentos. Cuando llegaron los dos hermanos, también a ellos les obligaron a contar cuentos e historias. Los niños les cuentan la historia de Salvador y les convencen para que ellos inventen sus propias historias, que las historias son eternas, que nunca terminan y que de una idea se puede sacar otra, otra y que ellos también pueden contar historias. Al final consiguen salir libres todos del circo.

DANI

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